Cómo sumar talento a tu organización
Una de las responsabilidades que más desarrollo personal demanda a un líder es la de incorporar nuevos integrantes a su organización y formar equipos de trabajo de alto rendimiento. Para hacerlo, debe estar concentrado en cuatro aspectos claves: la atracción, el reclutamiento, el onboarding y la retención. En este artículo explicaré algunos aspectos a tener en cuenta para cada uno de estos campos.
Captar al mejor talento
En la actualidad, muchas empresas, sobre todo las medianas y pequeñas, suelen “comprar el talento” cuando en realidad lo deseado es que las personas quieran sumarse a trabajar por motu propio a tu empresa. Para lograrlo, el liderazgo debe desarrollar cuatro campos de acción.
Atracción
Reclutamiento
Onboarding y formación
Retención
Veamos una por una.
Atracción
Funciona como un campo magnético que no atrae todo lo que está alrededor sino únicamente a los elementos afines.
Para cultivar la atracción, primero debe mirarse a los integrantes que ya forman parte de su organización y definir si dan con el perfil buscado. En caso de que así sea, la organización ganará prestigio dando oportunidades y un plan de carrera a los colaboradores actuales que quieran tomar las plazas vacantes.
Si no la encuentra “en casa” se debe salir al mercado proyectando sus valores y propósito para llamar la atención. Ambos son elementos que muchas veces atraen más que los salarios, aunque estos siempre deben ser competitivos.
Es vital establecer una reputación como marca empleadora que sea real y coherente con la organización. Esto significa trabajar los medios de comunicación institucionales, las redes sociales y el “boca a boca” que los colaboradores correrán funcionando como embajadores.
Asegúrate de lograr un ambiente donde la gente quiera trabajar.
Reclutamiento
Hay varias maneras de hacerlo, pero lo más importante es que sean procesos justos y simples. Deben exudar igualdad de posibilidades evitando el favoritismo y la sensación de que aplicar para el trabajo supone una odisea.
Lo primero que debe tenerse en cuenta es el perfil ideal de la persona necesaria. En los antiguos sistemas esto se traducía en considerar los títulos y las capacitaciones profesionales. Hoy entendemos que además deben considerarse las habilidades personales. Entre otras:
Determinación
Autonomía
Disciplina
Mente amplia
Capacidad de integrar o liderar un equipo.
Por supuesto que cada organización puede establecer los parámetros que crea más convenientes. Lo más importante es definirlos porque sino deberán entrenar a la persona incorporada generando un nuevo costo.
Algunas empresas suelen reclutar estableciendo una reunión inicial con todos los candidatos para mostrarles de qué se trata el trabajo. Hay quienes desearán seguir en el proceso porque se enamorarán de la propuesta y quienes no. Es fundamental que sean tratados como si fueran los mejores clientes o asociados.
Onboarding y formación
Aquí es clave no olvidar que la persona que ingresa o asume el rol en la organización necesita de una recepción para saber de qué se trata su trabajo. Una sugerencia práctica es que durante las primeras semanas esté acompañada por un mentor: un jefe o compañero con experiencia.
No importa el tamaño de la empresa: todas tienen la obligación de generar un proceso detallado, cuál syllabus, para facilitar la familiarización con las actividades y la empresa.
Atrás debe quedar la idea de aprender con el paso del tiempo. Este onboarding es más rápido y menos costoso al final de cuentas.
Retención
La atracción es igual de complicada que la retención de los colaboradores actuales. Para lograrlo se deben responder las siguientes preguntas: ¿He atraído al mejor talento? ¿He propiciado un buen proceso de reclutamiento? ¿Le hemos formado?
Si las respuestas son positivas este integrante se ha vuelto más atractivo para el mercado y será posible que otras empresas quieran llevárselo.
El término “retención” suena a confinamiento y está lejos de lo que se debe construir: un ambiente de bienestar para que la persona dé lo mejor de sí y que elija trabajar contigo.
Para hacerlo, debe incluirse un plan de carrera y la posibilidad de crecimiento atendiendo a la remuneración que el mercado define. Otro consejo es ofrecer flexibilidad de horarios y la posibilidad de trabajar a distancia.
Trabajar con paciencia y esfuerzo en la atracción, el reclutamiento, el onboarding y la retención convierte a las organizaciones más eficientes y prósperas. Y cómo las empresas son el espejo de quienes la lideran, se convertirá en un reflejo de tu liderazgo.